El grado de movilidad presente en nuestros dientes suele ser mínimo en circunstancias normales. Sin embargo, si detectas cualquier movimiento anormal en tus dientes, es imprescindible que busques el consejo de tu clínica dental de confianza.
Si bien nuestras piezas dentales están firmemente adheridas al hueso de la mandíbula a través de la raíz, todavía existe cierto grado de movilidad, particularmente en los dientes de una sola raíz.
Un marcado aumento en esta movilidad puede ser un indicador de problemas de salud dental subyacentes y te aconsejamos acudir al dentista lo antes posible.
¿Cuáles son las causas de la movilidad de los dientes?
Hay factores principales que contribuyen a la movilidad dental:
El primer factor se refiere a las alteraciones en el periodonto, los tejidos que rodean la raíz del diente. Por lo general, estos cambios surgen de la enfermedad periodontal.
El segundo factor de la movilidad de los dientes son los traumatismos dentales.
Bruxismos. Debido al apretamiento o rechinamiento dental por hábito o estrés pueden mover los dientes, produciendo además desgaste dental y siendo necesaria una férula de relajación.
Independientemente de la etiología de esta afección, la acción inmediata es crucial cuando se detecta un movimiento dental anormal. En tales casos, el diagnóstico temprano y la intervención oportuna son fundamentales para prevenir la pérdida de dientes.
Necesitas que te realicemos un valoración del problema que tienes en tus dientes. Puedes solicitar ahora tu cita y nos vemos en nuestra clínica de Ciudad Real para diagnosticar tu problema y ponerle solución antes de que vaya a más.
¿Qué tipos de movilidad dental se presentan?
La movilidad dental no es universalmente consistente, ya que ciertos dientes exhiben diversos grados de desplazamiento. El grado de movilidad se evalúa a través del desplazamiento del diente afectado y se puede clasificar en tres grados distintos:
La movilidad de grado 1 es indicativa de un desplazamiento horizontal de los dientes entre 0,2 y 1 mm.
La movilidad de grado 2 se caracteriza por un desplazamiento horizontal superior a 1 mm.
La movilidad de grado 3 denota desplazamiento tanto horizontal como vertical.
Enfermedades dentales que pueden causar el movimiento de los dientes
Existen varias dolencias orales que pueden resultar en la desestabilización de los dientes. Entre estas condiciones, la enfermedad periodontal es una de las más asociadas con este problema.
Esta afección se dirige a los tejidos adyacentes a los dientes, incluidas las encías, el hueso alveolar y los ligamentos periodontales, lo que provoca inflamación, sangrado y, en última instancia, movilidad dental en etapas avanzadas de la enfermedad.
Si no se trata, la enfermedad periodontal puede provocar la pérdida irreversible del diente afectado.
Más allá de la enfermedad periodontal, los traumatismos oclusales también pueden contribuir a la movilidad dental.
Este término se refiere a los impactos físicos o alteraciones que ocurren en el área donde un diente se conecta con el hueso alveolar, a menudo debido a una variedad de problemas como la maloclusión, el desplazamiento del diente, el bruxismo y otros factores relacionados.
El diagnóstico y tratamiento adecuado de estas condiciones en tu clínica dental por tu dentista, son cruciales para prevenir una mayor desestabilización y preservar la salud dental a largo plazo.
Además, es imperativo reconocer los efectos perjudiciales del trauma dental resultado del impacto externo, que conduce al desarrollo de fisuras dentales, fracturas y, en última instancia, a la movilidad de los dientes.
¿Qué soluciones existen para la movilidad de los dientes?
Para abordar la movilidad dental, el paso inicial consiste en identificar la causa subyacente. En los casos en que la enfermedad periodontal es la causa raíz, es crucial una evaluación integral de la progresión de la enfermedad y su impacto en las regiones periodontales.
Por lo general, esto requiere un raspado supragingival y subgingival para eliminar el cálculo acumulado, con la posibilidad de regenerar las áreas afectadas como parte del proceso de tratamiento.
Si el desencadenante es un trauma oclusal, es necesaria una evaluación de los contactos oclusales para diagnosticar si el tratamiento oportuno es alinear con ortodoncia o es un mal hábito por bruxismo y es necesario férula de relajación o ambos tratamientos.
Además, las lesiones y traumatismos dentales requieren un examen visual y radiográfico minucioso para determinar el estado del diente y las perspectivas de recuperación.