La ortodoncia es una disciplina especializada dentro de la odontología que se centra en el estudio, la prevención y el tratamiento de las anomalías dentales, incluidas la maloclusión, el apiñamiento, el espacio, la forma de la arcada y las discrepancias en la mordida, con el objetivo último de lograr un equilibrio funcional y mejorar la estética facial.
Además de tratar problemas dentales comunes, la ortodoncia también aborda cuestiones más complejas, como la corrección de deformidades mandibulares y trastornos funcionales relacionados con la masticación y el habla.
Tipos de ortodoncia
Existen varios tipos de tratamientos de ortodoncia, cada uno de los cuales utiliza técnicas y materiales diferentes. La selección del tratamiento suele basarse en las necesidades individuales del paciente, teniendo en cuenta factores como la estética, el coste y los requisitos clínicos.
Los tres tipos principales de tratamientos de ortodoncia son la ortodoncia invisible, ortodoncia interceptiva y brackets.
Gracias a las tecnologías y técnicas más avanzadas, los profesionales de la ortodoncia pueden ofrecer opciones de tratamiento personalizado que se adaptan a las necesidades y preferencias únicas de cada paciente.
Ortodoncia invisible
Formados por una serie de férulas transparentes hechas a medida que se ajustan con precisión a cada paciente según el caso y a cada arcarda, superior e inferior. Los alineadores transparentes ofrecen una solución ortodóncica discreta. El movimiento suave y delicado de los dientes es más cómodo que los aparatos tradicionales, y los alineadores se pueden quitar fácilmente para una higiene bucal óptima. No hacen heridas en las mejillas ni roces.
Ortodoncia interceptiva
Estimula el correcto crecimiento de los huesos maxilares superiores y de la mandíbula, favoreciendo así el correcto crecimiento de ambos. Se establece un correcto equilibrio facial y muscular, favoreciendo una mejor posición dental y estética facial.
Brackets
Los aparatos de ortodoncia consisten en piezas unidas por un arco que se fijan a la parte frontal de los dientes. En función de los materiales utilizados existen distintos tipos de brackets:
Los brackets metálicos
Fabricados en acero duradero, presentan una resistencia excepcional al óxido y la humedad. Estos brackets, además de ser una opción clásica y popular entre los adultos jóvenes y los adolescentes, son también la opción más rentable para obtener resultados extraordinarios con el tratamiento de ortodoncia. Sin embargo, no son la opción más estética, ya que se han desarrollado otros tipos de brackets con un atractivo visual superior.
Los brackets cerámicos
Son totalmente opacos y mucho más estéticos que los metálicos. Pueden proporcionar los mismos resultados funcionales que la variante metálica sin sacrificar el atractivo visual. Otra ventaja de los brackets cerámicos es su resistencia a las manchas, lo que no ocurre con los brackets de resina.
Los brackets de zafiro
Al igual que los de cerámica, son casi invisibles por su aspecto transparente. No se manchan ni cambian de color, y el color natural del diente se muestra a través de la estructura del bracket. La eficacia de la alineación de los dientes con brackets de zafiro está a la par con otros tipos de brackets.
Los brackets metálicos de autoligado
Representan una alternativa moderna a los brackets convencionales, ya que evitan la necesidad de bandas elásticas para fijarlos al arco. Al utilizar un mecanismo de clip, estos brackets generan una fricción significativamente menor, lo que permite una experiencia ortodóncica más suave y cómoda.
Brackets estéticos de autoligado
Están disponibles en cerámica, lo que proporciona un aspecto mejorado que combina a la perfección con el color natural de los dientes. Este enfoque innovador resulta en una opción más discreta que ofrece un atractivo estético superior, sin dejar de proporcionar los beneficios ortodóncicos necesarios.
Son especialmente recomendados para casos de mucho apiñamiento y no queremos hacer extracciones.
